domingo, 1 de enero de 2012

A veces...

A veces también a mí me cuesta creerte. A veces no me cabe duda que eres la persona que siempre he conocido; otras, te desconozco. A veces me siento imbécil... Hoy has dicho que "me tienes en tu mano" y, si me conoces, sabes de sobra que no... Estaré aquí mientras crea que haya algo por lo que merece la pena estar y, si no, me iré por donde he venido. Estaré aquí hasta que tú, consciente o inconscientemente, decidas que me vaya. O quizá hasta que lo decida yo. 

Nunca he visto esto como un pulso para ver quién tiene a quién, así que me he sentido un poco idiota cuando lo has dicho.  A veces tengo la sensación de que juegas conmigo, que todo esto es "vamos a reirnos un rato". Y, la verdad, que te rías no es algo que me moleste, si yo misma no hubiese aprendido a reirme de todo, me habría ido bastante mal. Lo que duele es pensar que, tal vez, la persona a la que tengo poco menos que en un pedestal pueda hacer algo así. Creo que la palabra exacta sería "decepción".



A veces, también es duro para mí, ya ves, por mucho que me ponga el cartel de "me la suda todo". A veces me da miedo soñar sola, pero lo que realmente me da pánico es ser la última en darme cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario